En pintura llamamos técnica seca o técnicas secas a aquellas en las que no es necesario disolver la pintura en disolvente. Son pinturas sólidas aunque untuosas, carboncillos, grafitos, conté, lápices, pasteles, sanguinas, tizas, etc.
Estas pinturas se aplican directamente sobre el soporte, adhiriéndose en el papel los pigmentos, por ello, tras realizar la obra, se requiere de un fijativo que selle e impida que se borre o se pierdan pigmentos del retrato.
¿Por qué decido realizar el retrato en la técnica seca: grafito?
“Quería que el retrato consiguiese secuestrar su esencia, aquello que hace ser única y genuina a Marisa.”
Cuando realizas un retrato, quieres de alguna manera secuestrar la esencia de la modelo, el instante que capte su singularidad, aquello que al ser contemplado por otros, les ayude a conocer un poco más allá a la protagonista de la obra.
Decidí realizar este retrato en la técnica seca: grafito, con el fin de inmortalizar la fuerza que me transmitía la modelo. Con un paso dulce y suave he trabajado la transición entre la luz y la sombra que recrean la atmósfera que de por sí está en el modelo.
Para completar el retrato de Marisa, la dama joven de semblante feliz y apacible, he realizado unos toque de lápiz de color magenta, color muy presente en mi obra.
En definitiva es parte de mi colección: Esbozos del Alma
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